No la merecía, pero la deseaba a pesar de todo. La vi y quise que su inocencia fuera mía, para marcarla y que todos los demás hombres supieran que me pertenecía. Y aunque sabía que no debía ir tras ella, no me alejaría.
No podría.
Ella sería mía sin importar qué. Al demonio las repercusiones que pueda tener. Olvida el hecho de que yo la corrompería. Poppy era todo lo que yo quería. Nunca fui un hombre paciente cuando se trataba de las cosas que deseaba.
Y Poppy estaba en lo alto de esa lista.
Poppy
Vi cómo me miraba Jakob: posesivo, necesitado, territorial. Quería ser suya a pesar de que nunca habíamos hablado. Era mayor que yo, tenía un trabajo que sólo los hombres de verdad pueden manejar, y aun así anhelaba verlo todos los días cuando iba a las minas.
Sabía que un día de estos no sería capaz de evitar hacer saber que él era todo lo que quería. Estaba nervioso, inocente en todos los sentidos que cuentan para un hombre como Jakob. Pero para él, con él, quería probarlo todo.
Quería experimentar lo que es ensuciarse de verdad.
