Magenta Barker puede ladrar lo que quiera
sigue siendo sólo una oveja en mi rebaño.
Yo soy Noah. Soy el alfa y el omega.
Soy todo. Y todo lo que ves me pertenece.
Incluyendo a Magenta. Ella es mía.
Mi propiedad. Mi sierva. Mi esclava.
Y puedo hacer con ella lo que quiera.
Hoy. Mañana. Y siempre.
El mundo ya no es lo que era.
Los tipos como yo reinan como Dioses.
El resto obedecen
como esclavos.
Existen muy pocos Alfas como yo.
Un puñado de Betas con algo de valor.
Y una infinidad de Omegas.
Sólo los Alfas somos imprescindibles.
Y sólo hay un Alfa por reino
Todo hombre y mujer en mi reino
Me pertenece. Pero Magenta es diferente.
Barker se cree que puede ser mía.
Mi sumisa personal. Mi esclava personal.
Y está dispuesta a hacer lo que sea para ello.
Pero si quiere merecerse ese puesto
va a tener que trabajar muy muy duro.
Por ahora
me está sorprendiendo.