Después de años de elegir su trabajo sobre su familia, Javier DeMarco ha pasado de padre a tiempo parcial a tiempo completo. Dejar el FBI no era su primera opción, pero aceptar un trabajo en la seguridad personal es mejor para su nueva vida.
Gavin Hart sólo quiere ser feliz, pero la satisfacción es difícil de conseguir con los clientes de su club siendo atacados. Cuando las amenazas se vuelven más personales, contratar a un guardaespaldas parece una buena idea. Desafortunadamente, no esperaba sentir tan intensa conexión con Javier. Ha jugado a ese juego antes, y sabe cómo termina.
Cuando los asaltos para asesinarlo aumentan, Javier tiene problemas más grandes que asegurarle a Gavin que lo que tienen es real. ¿Podrá mantenerlo seguro y convencerlo de que el amor no es algo que se deba temer, o el terco dueño del club llegará a ser un reto mayor de lo que puede manejar?