Corre el año 1895. En Gales, la pequeña Harriet es vendida a un conde para que haga con ella lo que mejor le plazca.
Al morir él, la joven decide cambiar de aires ¿El sitio elegido? Argentina.
Generosa, carga en su bagaje personal a los criados del conde.
En tan largo viaje hacia su destino se topan con personas que tienen el mismo anhelo; pero también conocen ladrones, desalmados asesinos y temibles nativos mapuches.
Al cabo de tantos años de sorpresas inesperadas, muertes, cacerías y accidentes de todo tipo, y de ver un cielo diferente cada día, se preguntan si alguna vez lograrán llegar a la patagonia argentina.
En las innumerables aventuras, terrores y obstáculos que la muchacha y su grupo deben sobrellevar, resaltan los mejores sentimientos del ser humano: el respeto, la compasión, la caridad espiritual y el brindarse entero; valores sin los cuales, a los protagonistas de esta historia les hubiera sido imposible concretar ese objetivo común.